lunes, 28 de mayo de 2012

EL COMIENZO DEL MOVIMIENTO PROVINCIALISTA RIOJANO: LA CREACIÓN REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE LA RIOJA CASTELLANA


La provincia de la Rioja, como así se debió de llamar siempre y con todo su territorio natural, quedó oficialmente constituida por las Cortes en el año 1821, pero desde medio siglo antes funcionó la Real Sociedad Económica de la Rioja Castellana, que podemos considerar un antecedente y a la vez la más decidida impulsora de la creación de la nueva provincia riojana.

Mayo de 1783 puede considerarse como la fecha clave del nacimiento de la conciencia provincialista riojana. Sin duda existen experiencias anteriores de sus habitantes que comportan tendencias unitarias administrativas, pero nunca habían sido consensuadas ampliamente en el interior de nuestra tierra, ni refrendadas, lo que es más importante, desde las instancias superiores o Gobiernos.

En 1783 "se reunieron cincuenta y dos pueblos de la Rioja a tratar de los medios de facilitar la extracción de sus cosechas de vino que cada día se aumentaban y mejorarlo". En la reunión se buscaba, formar una Sociedad con fines eminentemente pecuniarios, articulada bajo los intereses vitivinicultores.

Una Real Orden de 25 de enero de 1787, permitió definitivamente la agrupación de "los representantes de los pueblos de Rioja", bajo la supervisión del Señor Intendente de Burgos, para realizar una Junta, que se efectuó el día 16 de abril del mismo año, "en la que se trató de arreglar los Estatutos con que la Sociedad había de gobernarse". Y, en efecto, fueron aprobados por Real Cédula del 12 de abril de 1788: Otra Real Orden del 7 de enero de dos años después, 1790, estableció que la Real Sociedad Económica de la Rioja castellana, como fue denominada, se compusiera de "un comisionado de cada uno de los pueblos de su demarcación". Por fin la Sociedad inició su vida celebrando las primeras Juntas Generales a lo largo de una semana, desde el 8 hasta el 13 de mayo de 1790, en la casa particular de un hacendado de la Villa de Fuenmayor.

Los continuos contactos durante casi veinte años entre sus habitantes fomentaron especialmente una integración de intereses gremialistas de este sector económico, finalidad central y última de la Sociedad, pero a la vez auspiciaron unos comportamientos y formas administrativas autónomas – Cargos, libros de Actas y de Cuentas, rituales de la Sociedad, y sobre todo, una nomenclatura que cimentará más tarde en intenciones y objetivos más elevados.

Por primera vez se oirán en sus reuniones formales, por ejemplo, palabras, incluso pronunciadas por las Autoridades gubernamentales que las presidían, tales como "Junta Nacional de la Rioja Castellana" , "pueblos de su demarcación", ... que implicaban ya unas intenciones ulteriores al plano económico en el que teóricamente se movían. Aquí están, sin duda, los inicios ideológicos y prácticos del que será posteriormente el movimiento provincialista riojano.

A las primeras Juntas celebradas en la villa de Fuenmayor en 1790 asistieron 52 "apoderados" de un total de 54 poblaciones riojanas administradas desde la Intendencia de Burgos. Listado de asistentes. Confraternizaron durante una semana seguida, proponiendo, discutiendo, acordando, y votando de forma autónoma, sus problemas económicos comunes. La cuestión estrella, y legalmente admitida, era "proponer medios y arbitrios menos gravosos que proporcionen fondos para llevar a efecto el Camino proyectado por el Arquitecto Don Francisco de Echanove ... desde el confín de Logroño con Agoncillo, que se ha de dirigir por esta Ciudad, Fuenmayor, Cenicero, Montalvo, la Estrella, Briones, Gimileo, Haro, hasta el confín de Cellorigo".

Pero además de conferenciar sobre fiscalidad, lo hicieron también sobre otras cuestiones de menos fondo, aunque sustanciales desde otras perspectivas, como son las impulsoras de la integración del territorio regional al que representaban para una posible posterior administración provincial. Por ejemplo, se acordó solicitar el concurso e integración en la Sociedad del resto de las poblaciones de los partidos burgaleses riojanos con cabeza en Logroño y Santo Domingo, así como hacer lo mismo con aquellas otras consideradas riojanas aunque pertenecientes a la Intendencia o provincia de Soria. Así aparece recogido en las Actas oficiales de la Junta: "se acordó el suplicar a los Señores de la Diputación, que con urbanidad, que les es tan propia, se sirvan pasar sus Oficios persuadiendo, e inclinando a los Pueblos de Cosecha de los Corregimientos de Logroño, y Lacalzada y a los Agregados de esta Rioja Castellana a la Intendencia de Soria a que se unan, e incorporen a esta Sociedad".

La "llamada" fue exitosa. Aunque no conocemos el ritmo de incorporación de las poblaciones ajenas al núcleo fundador de la Sociedad, coincidente con la mayoría de los municipios hoy considerados de La Rioja Alta, sí sabemos que al final del siglo se reunían más de "ciento cincuenta vocales ... como representantes de otros tantos pueblos", y que éstos correspondían con "todos los pueblos comprendidos en el mapa de Rioja del geógrafo D. Tomás López".







BIBLIOGRAFÍA:

BERMEMAR: www.bermemar.com
Libro La Rioja Provincia y Región de España. - Felipe Abad León
IER Instituo de Estudios Riojanos

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