No corren buenos tiempos para nuestra tierra y mucho menos
tras lo acaecido en esta última semana y este último mes.
Tal y como se tratase de la ola de frío polar que estamos
padeciendo, la ola de paro ha llegado y ha barrido la Rioja de norte a sur y de
este a oeste; y es que los datos proporcionados por la Encuesta de Población
Activa no pueden ser más dramáticos para nuestra tierra: ¨la Rioja es el
territorio del Estado donde más ha aumentado el paro en el último año, con
3.539 personas, el 15.62%”.
En total 26.200 personas sufren el drama del paro en la
Rioja, el 15.62 % como hemos dicho de la población que queriendo trabajar, no
puede. Probablemente a pocos les pillará por sorpresa, y es que era fácil de
intuir este aumento en la tasa de desempleo.
Durante las últimas fechas hemos conocido el cierre de varias
empresas riojanas, entre las más importantes LEAR, Phroscol y Salcedo, y a esto
se le añade los nuevos despidos en una empresa que en voz del propio gobierno
debía ser un referente en la creación de empleo en nuestra tierra: Solaria.
Solaria ha quedado como la empresa de las 700 mentiras, por
los 700 puestos de trabajo (que según boca de Pedro Sanz se debían de haber
creado) y sus 80 millones de euros de inversión y otros cuantos en subvenciones
desde 2008, año en que cerró Electrolux. Cuatro años después, Solaria y nunca
mejor dicho: es un huerto-solar.
A pesar de la gravedad
de la situación, han sido ya numerosos los dirigentes del gobierno de la Rioja
que han intentado aplicar paños calientes indicando que el nivel de paro en la
Rioja es inferior a la media española, que los indicadores sobre empleo,
actividad, economía son “mejor que la media”, mal de muchos consuelo de tontos.
Nos hartamos a decir que en la Rioja se vive bien, que
estamos “mejor que la media” pero algo realmente debe de ir mal cuando 77.158
riojanos están en estado de pobreza y riesgo de exclusión. Nada de invenciones
ni alarmismos propios, si no dicho por el estudio de la Red Europea de Lucha
contra la pobreza y la Exclusión Social. Del total de esas personas 63.746, el
20.5% indica el informe, están bajo el umbral de la pobreza.
Claro, todos estos
datos aplicables a los que deciden estar y quedarse, porque marcharse no solo
se han marchado empresas, también se marcha el dinero de los riojanos en
adjudicaciones a empresas foráneas cuando sin ningún problema se podía quedar
aquí, adjudicándolo a nuestras empresas, repercutiendo en nuestra tierra.
Pero en cuestión de
marchas y salidas, lo que más nos debe preocupar es que los riojanos también se
van, en especial los jóvenes. Como guinda al pastel en esta fatídica semana,
también hemos conocido que la Rioja es el tercer territorio del Estado que más
talento ha exportado a otros países desde el comienzo de la crisis. El número
de residentes riojanos en el extranjero se ha incrementado el 39.4% desde 2008,
y coincide que gran parte de estos expatriados son jóvenes menores de 35 años y
altamente cualificados.
Fuga de empresas, fuga de cerebros, fuga de riqueza y
prosperidad. Con estas perspectivas, por más que algunos se empeñen en decir
que la Rioja va bien, el futuro no pinta bien. Si alguien no lo remedia, si
nuestros gobernantes no reaccionan, la Rioja va camino de convertirse en lo
mismo en que se ha quedado Solaria, en un solar. O ahora o nunca, si no se
ponen remedios en vez de paños calientes, la Rioja está abocada al ostracismo, a su inanición.
Queremos Rioja, queremos futuro.
Javier Martínez Foncea
ya está bien, los engañabobos nos quieren hacer ver que todo esto va bien y es todo lo contrario, La Rioja se muere
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog amigos. Os seguiré a partir de hoy.
ResponderEliminar