Finalmente, entre 1978 y 1981, se fue consolidando el tercer símbolo del autonomismo riojano: el "Día de la Rioja". Antes de que nuestra tierra alcanzara la Autonomía uniprovincial en el verano de 1982 se celebraron cuatro "Días de La Rioja": en 1978 en Nájera, en 1979 en Haro, en 1980 en Calahorra y en 1981 en Logroño. Cada uno de ellos estuvo marcado por rasgos muy diferentes.
En pleno verano de 1978 se pudo observar distintos "organismos" ocupados de canalizar la Autonomía de La Rioja. Por un lado está la "Mesa de fuerzas políticas de La Rioja" integrada en exclusiva por partidos de izquierdas (PSOE, ORT, PCE, MC, PTE, Izquierda Democrática y P. Carlista), aunque el soporte de información y dinamicidad de la misma esté en el PSOE; por otro continúa, con escasa actividad y frecuentes enfrentamientos internos, "La Asamblea de Parlamentarios"; en agosto nace "La Coordinadora pro-autonomía de La Rioja" con una intención muy definida: iniciar una campaña de recogida de firmas para solicitar la Autonomía y preparar la celebración de un "Dïa de La Rioja". Y por si fuera poco, A.P. proponía a principios de agosto la creación de un órgano llamado "Convergencia Política Riojana", con la finalidad de auxiliar a la Asamblea de parlamentarios en las gestiones preautonómicas previas a la entrada en vigor de la Constitución.
Todos estos organismos trabajaban por separado, pero eran auténticos vasos comunicantes que compartían ideas, personas y hasta financiación, aunque en cada momento se guiaran por distintas estrategias. La verdad es, sin embargo, que entre todos convirtieron al estío de 1978 en una estación cargada de profundo fervor autonómico. Tanto fue así que, en dos meses escasos, se llegaron a recoger entre treinta y cinco y cuarenta mil firmas de riojanos en solicitud de su Autonomía. Esto supuso, evidentemente, fricciones mutuas que aportaron distingos entre los organismos, pero también tomas de decisiones mínimas conjuntas que sirvieron para "concienciar" al pueblo y "presionar" al Ministro para las Regiones.
Así las cosas, a mediados de agosto, en un ambiente de exaltación de riojanidad por parte de los ciudadanos y en un "toma y daca" con el Ministro Clavero después de distintas reuniones con él sobre la posibilidad de llegar a la autonomía riojana, los Partidos Políticos de nuestra provincia tuvieron que definir sus posiciones en una reunión de la Asamblea de Parlamentarios. La U.C.D. se alineó con las tesis subsidiarias propuestas por Clavero; A.P. se mantuvo en la propuesta defendida en su fórmula de "Convergencia"; Palomo se apoyó en las ideas de la Mesa de Fuerzas políticas; y el P.S.O.E. exigió posponer la cuestión hasta que se realizaran las Elecciones Municipales.
Todos coincidieron, sin embargo, en media docena de mínimos:
1) La Rioja es una región con identidad propia;
2) La Asamblea de Parlamentarios representa al órgano autonómico que se constituya;
3) Los parlamentarios deben reglamentar el funcionamiento interno de dicho órgano;
4) El órgano debe ser la máxima representación riojana, debe tener capacidad para realizar estudios y medios económicos para funcionar;
5) debe denominarse "CONSEJO GENERAL DE LA RIOJA"; y
6) el órgano debe constar de un Pleno y una Comisión Permanente.
En septiembre se había alcanzado, con mayor éxito de lo previsto, uno de los objetivos propuestos: la concienciación del pueblo. Quedaba claro que éste quería la autonomía. Pero sobre el segundo seguían las dificultades. No había manera de convencer a Clavero, al Gobierno. Y para complicar aún más el asunto, en la primera semana de septiembre saltaba el rumor de que Clavero y la U.C.D. querían integrar a nuestra provincia en Castilla.
El revuelo fue descomunal. Muy pronto se dieron las respuestas. La UCD riojana desmiente "con enfado" el rumor. La "Mesa de fuerzas políticas" se reúne el día 6 para que el Diputado del PSOE informara de lo que pasaba. Cosculluela explicó que Clavero no admitió la posición de la Asamblea de Parlamentarios Riojanos de que una vez elegida la nueva Diputación Provincial ésta consultara a los Ayuntamientos sobre si querían la Autonomía. Después de esto nació la campaña de firmas, capitalizada por A.P. que exigía la autonomía "ya", y la U.C.D. riojana, ante el temor de pérdida de votos, se "manifiesta abiertamente sobre la autonomía", pero únicamente "para la galería", pues conoce que el gobierno se opone a ella. Lo más positivo de la reunión fue que se concretaron aspectos para la celebración de "El Día de La Rioja". Y finalmente, el día 8, A.P. y PSOE piden una reunión de la Asamblea de Parlamentarios para aclarar el rumor y la posición de la UCD.
El día 21 del mismo mes la disputa se entabla entre la Comisión Ejecutiva del PSOE y el diario "Nueva Rioja". Este periódico publica un Editorial en el que ataca duramente los posicionamientos del socialismo sobre la autonomía y el órgano máximo de la Federación le responde con la misma moneda. Les dice que ese periódico ha publicado sobre la Autonomía muchos "chascarrillos" pero ningún estudio; que la autonomía debe ser aprobada por las Cortes Generales; que sólo la Diputación o dos tercios de los Ayuntamientos pueden tomar la decisión; que el socialismo no ha cambiado de opinión; y que son los votos del 15 de junio, "el voto es una ley de democracia", los que nos dan la fuerza para opinar, mientras que "hay quien sin un voto pontifica".
La "Coordinadora por la autonomía de La Rioja", en una reunión celebrada a principios de septiembre de 1978, decidió organizar y celebrar el primer "Día de la Rioja" en Nájera el día 8 de octubre. En la misma reunión acordó también que podían adherirse a él todos los partidos y organizaciones que lo desearan. El "Día" fue enfocado en un doble sentido: una mañana política con discursos, manifiestos y entrega de los pliegos de firmas recogidas durante el verano; y una tarde festiva. A Nájera acudieron los cargos políticos, incluidos todos los parlamentarios electos en junio de 1977, y numeroso público, pero el ambiente (texto de una pancarta: "Parlamentarios oportunistas, vais a las Cortes de turistas") y los organizadores (Manifiesto en el que se les ataca) terminaron enfrentados con los parlamentarios, retirándose de los actos seis de estos últimos, entre los que estaba el Diputado del PSOE Javier Sáenz Cosculluela.
"A pesar de todo, La Rioja vibró"; tal como titulaba Nueva Rioja su crónica sobre el "Día", pero las estrategías sobre la autonomía y sus símbolos ya no volvieron a ser iguales. Después de Nájera o del primer ´"Día de La Rioja" los partidos se desligaron de Coordinadoras y organizaciones, que según los representantes electos, "no representan a nadie".
Los enfrentamientos de Nájera fueron una sabia experiencia para la organización del segundo "Día de La Rioja" celebrado el día 7 de octubre de 1979 en Haro. En esta ocasión la Diputación Provincial democrática se encargó de la planificación del "Día", delegando en una mini-comisión formada por el Presidente de la Diputación, tres Diputados Provinciales de cada uno de los partidos con representación en el ente y un representante de cada uno de los partidos políticos, incluidos los minoritarios , asesorada por técnicos para las cuestiones festivas. Se acordó que los actos políticos se celebraran por la mañana en la Plaza de la Paz de Haro, hablando el Alcalde de la ciudad en forma de saludo, el Presidente de la Diputación para leer el Manifiesto conjunto de las fuerzas políticas, y dos parlamentarios electos, uno de la UCD y otro del PSOE.
La celebración fue todo un éxito. Sin demasiadas estridencias, y con un espíritu unitario sólido, el grito unánime de los cinco mil asistentes al acto político y de los seis mil integrantes de la manifestación posterior, fue "Autonomía para La Rioja". Lo proclamaron todos los oradores, las parcantas, los slogans, los carteles, las pegatinas... Como diría la prensa regional que se ocupó del "Día", se palpaba que "la autonomía de La Rioja ha pasado ya del mundo de los sueños al mundo de la realidad".
En el acto político de la mañana el Diputado del PSOE Sr. Cosculluela insistió en las conocidas tesis autonomistas del socialismo riojano en estas fechas. La necesidad de un proceso autonómico unitario de todas las fuerzas políticas y organizaciones riojanas sin protagonismos personales ni partidistas; la finalidad democrática de la misma para que sirva de acercamiento del poder al pueblo; y la participación del mismo a través de todos los Ayuntamientos de la provincia, que expresarán, en acuerdos de sus Plenos, la postura sobre la autonomía de la provincia. Y concluyó: "en la España de las autonomías habrá una Rioja autonómica".
Más deslucida resultó la celebración del tercer "Día de La Rioja" en octubre de 1980 en Calahorra. No se observó la explosión autonomista comprobada en las celebraciones de los dos "Días" anteriores. El mal tiempo, "con temperatura invernal y constantes aguaceros", ayudó a ello, pero la causa principal estuvo en el desánimo y desencanto que muchos riojanos reflejaban en estas fechas en cuanto a las cuestiones políticas. Pese a todo, los calagurritanos recibieron al millar de riojanos que lograron reunir los cuatro partidos mayoritarios y el Partido Carlista, que fueron los convocantes, y los extraparlamentarios de izquerdas, MCR y PTR principalmente, que también asistieron.
En los discursos protocolarios de los convocantes hablaron el Alcalde de la ciudad, el Presidente de la Diputación, Ibarra, que leyó el Manifiesto unitario de estas fuerzas, los carlistas, AP, UCD y PSOE por medio de Javier Sáenz Cosculluela. Este, después de recordar que La Rioja había recuperado su auténtico nombre, se refirió a los criterios que sostenían los socialistas en el proceso autonómico. En primer lugar manifestó que estaban en Calahorra "para decir públicamente, ante todos los españoles, que queremos la autonomía, un Estatuto de Autonomía", y en segundo lugar, insistió en que la vía elegida, la del 143, reflejaba la voluntad mayoritaria expresada ya por los representantes del pueblo riojano en sus Plenos municipales, y que por ello exigían que entrara en vigor cuanto antes un Estatuto de Autonomía de La Rioja "igual a los de los demás pueblos que han accedido ya a la autonomía".
La celebración del cuarto "Día de La Rioja" el 4 de octubre de 1981 aún fue peor. La desmovilización fue propiciada fundamentalmente por las derechas, tanto desde las sedes de sus partidos, como desde las instituciones en las que participaban. Pero no sólo por ellas. También influyeron asociaciones, como "Amigos de La Rioja", que pidiendo apoliticismo en una cuestión plenamente política como la autonómica, encubrieron sus contradicciones culpando de inhibiciones a entidades también plenamente políticas. Y también influyeron, y de gran manera, las redacciones de los periódicos que se afanaron en minusvalorar los actos organizados por las izquierdas.
En el fondo estaban las discrepancias entre las fuerzas políticas mayoritarias de la provincia, que si hasta ahora habían mantenido sobre dicha fecha un matizado espíritu unitario, tras la lamentable experiencia del año anterior, hicieron, que cuando tocaba organizar el "Día" a la capital de la provincia, no llegasen a ningún acuerdo.
La situación sobre la celebración del "Día de la Rioja" de 1981 era así en septiembre. Los partidos mayoritarios de las derechas habían decido "pasar" del "Día". La UCD, porque esperaba celebrarlo en la fecha de la firma del Estatuto de Autonomía, y AP, porque consideraba que era necesario cambiar los planteamientos, ya que hasta ahora el "Día" había servido para que "unos cuantos incontrolados" se dedicaran "al insulto y al griterío constante". Los partidos de la izquierda habían constituido el 5 de septiembre una "Comisión pro IV Día de La Rioja" bajo la consideración de que no estaban dispuestos a que la derecha "les robase el "Día". Pero no fue demasiado efectiva. En consecuencia, la izquierda socialista decidió a mediados de septiembre celebrar el "IV Día" en Logroño, y sóla, sino no se unían otros grupos políticos, sindicales, autonomistas y culturales.
Por otro lado la izquierda extraparlamentaria, unida ahora en la Coordinadora de la Izquierda Riojana, preparó la celebración por su cuenta, sobre un programa de actos distribuidos por todas las cabeceras de comarcas, aunque dando un mayor relieve al acto político, la manifestación y el festival festivo a celebrar en capital.
Los titulares del diario La Rioja, en la página 8, del día 6 de octubre de 1981, sobre la celebración del IV "Día de La Rioja" eran los siguientes: "El "Día de La Rioja", celebrado casi en familia, en dos convocatorias". "El Presidente del Parlamento Foral prometió que "Navarra será amiga y compañera inseparable de la autonomía de La Rioja"; y en la mitad de la página un segundo título: "Unas 300 personas en el acto de la Coordinadora de Izquierdas". No se dieron primeras páginas, ni varias, ni ladillos subrayados, ni editoriales emocionados,... como en años anteriores. Sólo una página: la octava.
BIBLIOGRAFÍA: www.bermememar.com